Entrenamiento Deportivo

sábado, 30 de octubre de 2010

Club Malvin ( Historia)

Su historia

Primer sede "Rancho de Nieto"



El Club Malvín quedó constituido el 28 de enero de 1938 en una zona de Montevideo dedicada, en aquella época, para el veraneo y el descanso de muchos montevideanos.
La primera sede del Club se encontraba en uno de los típicos "ranchos" de madera y zinc en la calle Río de la Plata casi Orinoco. El predio fue arrendado por el primer presidente provisorio, Don Alberto Nieto. También en ese mismo año se comenzó la actividad deportiva, disputando el campeonato federal de básquetbol de 4ª de Ascenso en la primera cancha que estuvo ubicada en Amazonas, frente a Mal Abrigo, y que fue construida por los dirigentes, asociados y jugadores. La segunda sede fue una vieja casa, con una destartalada canchita de bochas, ubicada en la esquina de Pilcomayo y Amazonas. La tercera fue una muy amplia y bien ubicada casa, también elaborada de madera, en la calle Orinoco y Amazonas, donde se construyó posteriormente el edificio que ocupó el Banco de Crédito. La cuarta, en lo que se dijo una de las casas más hermosas, ubicada en Michigan, entre la Rambla y Orinoco. En esta sede comenzaron a realizarse bailes y espectáculos en una amplia pista de patín que el Club construyó a los fondos de la misma.

Básquetbol: Primeros jugadores
que representaron al Club Malvín

Hacia el año 1946 la cancha de Amazonas resultaba precaria e insuficiente. Se presentó la posibilidad de comprar por intermedio del Banco de Crédito un predio de 4500 metros cuadrados, que se encontraba en los médanos formados desde la parroquia hacia el norte. La asamblea que resolvió la compra tuvo que aceptar que en la zona costera resultaba imposible adquirir un predio de tales características.
Un año después se colocó la piedra fundamental y lentamente se fueron iniciando las obras, donde la colaboración de la barriada resultó trascendente para conseguir las bolsas de portland y el hierro imprescindibles para la construcción. Los planos de la obra fueron diseñados en forma honoraria por el arquitecto Raúl Sichero, asociado de la institución, contando con la invalorable colaboración de Rúben Carcavallo.
La obra evidenció dos figuras motores: Don Alberto Martínez Oliva, presidente por varios ejercicios que fallece en 1951, y Don José García Patiño, prestigioso comerciante de la zona, quien tomó el camino del compromiso de culminar la obra.
Gracias al trabajo y generosidad de estos dos hombres y al esfuerzo de decenas de socios y amigos se logra inaugurar el 30 de agosto de 1952 el Estadio del Club Malvín. A la inauguración asistieron autoridades nacionales y departamentales, como el Intendente de Montevideo Germán Barbato y el Presidente de la Junta Departamental, Ignacio Bassano, quienes se comprometieron a expropiar los predios linderos sobre la Avenida Legrand, Rivera y Gallinal, para crear un Centro Deportivo de Malvín.
El Estadio contaba con una reluciente tribuna de hormigón, primera en el país, con capacidad para 3000 personas cómodamente sentadas y su sede social con un pequeño gimnasio para diversos usos, una amplia cantina y lugares aptos para futuras obras.
Otro mojón trascendente en la historia malvinense resultó la presidencia de Juan Francisco Canil, reconstruyendo la institución en todos los aspectos a partir de 1975 hasta fines de la década del 80' y efectuando el tránsito del básquetbol amateur al profesional. En otro orden, se construyen la canchas de tenis gracias al esfuerzo de Virginio Peluso, se pone en funcionamiento la sala de musculación y se concreta el sueño de muchos socios: la piscina abierta.

En la década del 90' el Club logra cumplir un viejo anhelo y culmina la obra del gimnasio cerrado, donde disputa actualmente los campeonatos federales y entrenan los diversos planteles.

A fines de esta década y en los albores del nuevo siglo el Club Malvín da un salto cualitativo y trascendente para transformarse en una de las instituciones deportivas de vanguardia de nuestro país, diseñando y plasmando el proyecto Órbita Malvín, atendiendo las demandas de crecimiento y modernización que demandaba una de las zonas residenciales de mayor importancia de Montevideo.

Para la elaboración del texto se utilizó material escrito por Jorge Mántaras Rogé, César Adami y Roberto Domínguez, tomado de la revista publicada en conmemoración de los 50 años de vida del Club.

1 comentario:

Fernando dijo...

Muy bueno! Desconocía tantos detalles.
Saludos
Nando