Entrenamiento Deportivo

lunes, 27 de septiembre de 2010

Periostitis tibial (Shin Plints)

Post image for Periostitis tibial (Shin Plints) Nuestro buen amigo, corredor habitual, miembro de Carabobo Runners Club y médico traumatólogo, tuvo la gentileza de enviarnos este artículo que puede interesarnos como atletas. Cualquier información relativa a los deportes de resistencia siempre es bienvenida.

PERIOSTITIS TIBIAL

El periostio (peri = alrededor, osteo = hueso) es la capa que recubre los huesos, llevando los vasos sanguíneos que los nutren, y hasta él llegan las terminaciones nerviosas (De allí que los huesos no duelan, porque no tienen nervios. Duele es el periostio. Y, en caso de haber fractura, el dolor se potencia por la contractura y/o el desgarro muscular).

La periostitis tibial es la inflamación del periostio y la tendinitis de los músculos que se insertan en la parte media de la tibia (usualmente el músculo tibial posterior), que es el hueso más grueso de la pierna.

El corredor de fondo siente dolor que aumenta con la actividad y disminuye con el reposo en la mitad de la pierna, generalmente algo más cerca del tobillo que de la rodilla. Se cree que la causa es la tracción tendinosa contra el periostio donde se inserta, inflamándose ambos. A veces puede palparse el “rosario perióstico”, pequeños nódulos dolorosos a lo largo de la tibia, provocados por la inflamación perióstica . La función contra resistencia del músculo afectado suele ser dolorosa, así como la palpación de su inserción en el hueso.

La periostitis tibial, cuyo nombre médico correcto es Síndrome de Stress Tibial Medial ocurre cuando los mecanismos de compensación del cuerpo son rebasados por el esfuerzo realizado. El aumento de la intensidad o de la distancia de carrera, el calzado inadecuado, el aumento de peso, correr sobre superficies duras, descompensación del equilibrio osteo-muscular, técnicas de carrera inadecuadas o “novedosas”, etc., son factores de riesgo.

Si el corredor acudiera a un especialista (Médico calificado) al inicio de los síntomas, el asunto no evolucionaría naturalmente de tendinitis a periostitis, de allí a microfracturas y, finalmente, a fractura diafisaria, la cual es sumamente grave, pudiendo poner en riesgo hasta la vida del atleta.

Debido a que los corredores son usualmente renuentes al reposo, el tratamiento es complejo y largo, e incluye disminución de la intensidad y tiempo del trote aunado a ejercicios de menor carga gravitacional (bicicleta, natación, Aqua Jogger, trotadora), hielo, rehabilitación, vendaje ortésico dinámico, uso de calzado adecuado, estiramientos, medicamentos, etc. El uso de ondas de choque está desacreditado y en revisión.

El diagnóstico es clínico principalmente, y el especialista debe estar muy atento a la posibilidad de fractura, pudiendo ser necesaria la realización de exámenes más complejos, como la resonancia o el gammagrama óseo (preferible este último).

Resumiendo, la periostitis tibial es una patología compleja, fácil de diagnosticar, difícil de curar, y que depende no solo de un equipo médico calificado, sino de un paciente disciplinado con una actitud mental que le permita visualizar mejoría a largo plazo con un costo inicial alto en cuanto al desempeño. Tratar la periostitis tibial intermitentemente o maltratarla puede llevar hasta una fractura de tibia.

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