Es imbatible, su velocidad no está en juicio, mucho menos después que hoy miércoles en el estadio olímpico de Berlín se consagró campeona mundial de los 800 metros llanos con una ventaja de 2s45, el margen más amplio en las trece ediciones del torneo más importante del atletismo internacional. Sin embargo, su supremacía en las pistas levantó sospechas que van más allá de lo deportivo y ni siquiera rozan el doping porque la corredora sudafricana Caster Semenya se encuentra bajo sospecha de no ser mujer ya que esta nueva victora arolladora reavivó las voces que la acusan de ser un hombre que se aprovecha de su condición para lograr triunfos como este en el que cronometró 1m55s45 sin siquiera dar muestras de cansancio al superar a la número uno hasta ahora vigente, la keniata Janeth Jepkosgei que registró 1m57s90, por delante de la británica Jennifer Meadow.
La polémica sobre su género no es nueva y van más allá de su apariencia o su postura poco femenina porque la joven africana de dieciocho años vuela en las pistas donde sus rivales no tienen más aspiraciones que competir por el segundo puesto. Esta temporada mejoró siete segundos su mejor marca al correr los 800 metros en 1m56s72, el mejor tiempo de lo que va de 2009 hasta su proeza de hoy que le valió el cetro mundial. Por su parte, la Federación Internacional de Atletismo (IAFF) le efectuó un control de feminidad como definirieron al test de verificación de sexo que consiste en análisis que buscan la presencia de un gen imprescindible para la masculinidad y cuyo resultado se conocerá dentro de unos veinte días. a través de su jefa de prensa, Ethel Manyak, la federación sudafricana explicó que jamás enviarían a una atleta a un campeonato mundial si no estuviesen completamente seguros de su género.
Consultado por la prensa alemana, el entrenador de Caster Semenya reconoció que su corredora parece un hombre pero aseguró que se trata de una mujer tal como pueden atestiguarlo “sus compañeras de habitación en Berlín que la vieron en las duchas y saben que no tiene nada que ocultar”. Tras destacar la victoria de su discípula, el técnico Michael Seme contó que a Semenya suelen confundírsela con un hombre como sucedió tiempo atrás en Ciudad del Cabo cuando en una estación de servicio preguntó por el baño y le indicaron el correspondiente a los hombres. A su vez, la italiana Elisa Cusma sostuvo que “Semenya es un hombre” y lo ratificó tras cruzar la meta en sexta posición.
La polémica sobre su género no es nueva y van más allá de su apariencia o su postura poco femenina porque la joven africana de dieciocho años vuela en las pistas donde sus rivales no tienen más aspiraciones que competir por el segundo puesto. Esta temporada mejoró siete segundos su mejor marca al correr los 800 metros en 1m56s72, el mejor tiempo de lo que va de 2009 hasta su proeza de hoy que le valió el cetro mundial. Por su parte, la Federación Internacional de Atletismo (IAFF) le efectuó un control de feminidad como definirieron al test de verificación de sexo que consiste en análisis que buscan la presencia de un gen imprescindible para la masculinidad y cuyo resultado se conocerá dentro de unos veinte días. a través de su jefa de prensa, Ethel Manyak, la federación sudafricana explicó que jamás enviarían a una atleta a un campeonato mundial si no estuviesen completamente seguros de su género.
Consultado por la prensa alemana, el entrenador de Caster Semenya reconoció que su corredora parece un hombre pero aseguró que se trata de una mujer tal como pueden atestiguarlo “sus compañeras de habitación en Berlín que la vieron en las duchas y saben que no tiene nada que ocultar”. Tras destacar la victoria de su discípula, el técnico Michael Seme contó que a Semenya suelen confundírsela con un hombre como sucedió tiempo atrás en Ciudad del Cabo cuando en una estación de servicio preguntó por el baño y le indicaron el correspondiente a los hombres. A su vez, la italiana Elisa Cusma sostuvo que “Semenya es un hombre” y lo ratificó tras cruzar la meta en sexta posición.
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