Entrenamiento Deportivo

domingo, 8 de agosto de 2010

Nadará desde Dinamarca hasta Alemania

La historia de la natación argentina de aguas abiertas tiene un capítulo reservado para las proezas de larga distancia en condiciones extremas y él es uno de sus próceres porque ya unió las Islas Malvinas sin traje de neoprene con temperatura de tres grados y olas de cuatro metros de altura pero también se convirtió en el 11º representante criollo que braceó desde Europa hasta Africa al completar en 4h42m los veinticinco kilómetros del Estrecho Gibraltar entre Nuevo Puerto de Tanger y las playas de Marruecos. Estas dos hazañas pasaron a ser una trilogía con el Cruce del Titicaca situado en el altiplano boliviano peruano a 3.810 metros sobre el nivel del mar que lo convierten en el lago navegable más alto del mundo pero ahora va por más porque, este lunes 9 de agosto, el porteño Sergio Salomone nadará desde Dinamarca hasta Alemania al cruzando el mar Báltico a través del estrecho de Belt donde intentará emular a sus compatriotas María Inés Mato y Claudio Pitt que fueron dos de los siete nadadores que concretaron esta travesía acuática.


Discípulo del entrenador Hugo Pellegrino, este licenciado en economía de 42 años con pasado de rugbier; cinturón negro tanto de aikido como de karate y padre de dos hijos que forman su hinchada número uno, se especializa en nadar a bajas temperaturas como ya lo hizo en la costa francesa Ages – Saint Trophéz; en la isla griega de Salamina; en el egipcio lago Nasser y en los estrechos de Dardanelo y Bosforo en Turquía. “Comenzaré a nadar en la costa danesa de Rodbyhavn para unas diez horas después terminar en Puttgarden, Alemania, a una sensación térmica que promediará los diez grados con una salinidad del agua de seis gramos por litro contra los 35 del oceáno Atlántico ya que se trata de un mar interno que se provee por afluencias del deshielo y los ríos bálticos”, le explicó Sergio Salomone a Eldepornauta.com sobre este raid acuático que se completó con éxito por primera vez en 1939 y sólo se comenzó a repetir sesenta años después por apenas siete nadadores, dos de ellos argentinos como María Inés Mato y Claudio Plitt.


“Además del apoyo familiar que es importante para llevar adelante el entrenamiento diario que exigen estas pruebas, en este cruce del estrecho de Belt cuento con el respaldo del Comité Olímpico Argentino, el COA, y el Panathlon International que es una institución dedicada a promover el fair-play en todas las disciplinas deportivas a nivel mundial”, agradeció Sergio Salomone que en las últimas dos temporadas también nadó en el lago Lacar y el Nahuel Huapi, además de unir las venezolanas islas Margarita con Los Frailes.

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